Llevo varios día levantándome inundado por la melancolía, y
a pesar de los recursos filosóficos que me aporta el haber obtenido, no sin
esfuerzo, el grado de ‘santón’, no
soy capaz de zafarme de ese sentimiento que la Real Academia define como “tristeza
vaga, profunda, sosegada y permanente, nacida de causas físicas o morales, que
hace que quien la padece no encuentre gusto ni diversión en nada”.
Cielo de Madrid. |
No sé si será por la lejanía del Mediterráneo que baña la provincia de Málaga, que me acogió durante tantos años, más de treinta, la
añoranza de los buenos amigos que dejé o la ausencia del vértigo de la vida que
allí llevé.
Ahora que vivo rodeado de la paz que proporciona el paso de
los años, del gozo que produce vivir sumergido en la investigación histórica,
con frutos satisfactorios y palpables, dedicado a mi afición a la música, campo
en el que no progreso adecuadamente a pesar de la ayuda y del esfuerzo de mis
maestros, sigo tocado por esa tristeza otoñal que quizá proporciona ese cielo
encapotado tan típico del Madrid que
me vio nacer.
Pienso en el compromiso y el activismo que tantos girones de
mi vida arrancó y quizá en su insuficiencia en unos tiempos que demandan estar
aún más alerta, si cabe, ante los peligros que acechan a la tierra, al mundo y
a nuestra sociedad necesitada de un baño de democracia y libertad, pero de los
de verdad.
Quizá la melancolía venga dada por la proximidad de los
tradicionales festejos navideños, a los que cada día tengo menos aprecio y
apego o, seguramente, por la marcha al otro mundo (¿) de un buen rosario de
seres queridos que a lo largo del año se han ido sin tan siquiera tener la oportunidad
de decir adiós.
En fin, lamento este arranque sentimental y como consuelo
citaré las palabras con las que mi querido y admirado Salvador Allende se dirigió por última vez al pueblos chileno que
ahora sufre igual que entonces, “Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano
que tarde, se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para
construir una sociedad mejor”. He dicho.
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