Lo que hace Ramón Triviño: En busca de la planta carnívora

miércoles, 3 de octubre de 2018

En busca de la planta carnívora

En el apartado de las hazañas, tengo hoy a bien contar la expedición que patrocinó el periódico que dirigí durante 15 años, “Informaciones de la Axarquía”, con el objetivo de buscar en las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, en el límite de las provincias de Málaga y Granada, una especie de planta carnívora que terminó con éxito, al localizarla junto a la cima de La Maroma, el pico más alto de la provincia de Málaga (2.065 m.), aunque, la verdad, es que llegamos menos de la mitad de los expedicionarios a coronar la aventura. Una experiencia que tras el paso de los años es difícil de olvidar.

La planta carnívora atrapando a un insecto.
El organizador de la expedición fue el antropólogo, escritor y colaborador del semanario Eduardo Arboleda, que a toro pasado, daba cuenta en las páginas de “Informaciones de la Axarquía” del cumplimiento del objetivo marcado, localizar una colonia formada por varios centenares de las plantas carnívoras Pinguicola Vallesnifolia o grandiflora.

Arboleda daba testimonio de que la muy peculiar planta insectívora gozaba de buena salud y de que en ningún momento corría peligro de extinción, aunque no por ello haya perdido du catalogación de planta “vulnerable”, a la que debemos estudiar, potenciar y proteger.

Los expedicionarios que alcanzaron la cima.
Según el relato de Eduardo Arboleda, que pudimos constatar sus acompañantes, la planta carnívora tiene hojas que crujen al mascarlas, con un sabor fresco que se vuelve rápidamente amargo. Las glándulas de sus hojas segregan una materia viscosa o fermento. Capaz de digerir insectos que excitan los bordes foliares, que tienden a enrollarse hacia la cara superior, dejando solo las partes quitinosas por descomponer. La Pinguicola tiene las hojas de un verde claro, tirando a amarillo, de forma ovalada o entre ovaladas y lanceoladas, sin rabillo y como grasientas o mantecosas, cubiertas de diminutos pelos glandulosos. Carece casi de raíces o están estas poco desenvueltas ya que la planta no necesita de más, porque agua le sobra donde vive, y su alimento lo toma de sus presas.

Terminaba Arboleda su disección, señalando que la planta carnívora florece en primavera y en verano, a partir del mes de mayo. Se cría en lugares húmedos, principalmente sobre pellas de musgos, sobre todo esfagnos; contiene un fermento digestivo llamado pinguiculatriptasa; así mismo una materia tánica parecida a la quercitagenina, sacarosa. Las mismas secreciones foliares que impiden la putrefacción de los bichitos adheridos a las hojas, actúan como antisépticos  en toda clase de lastimaduras. Tomando las hojas estregadas entre los dedos y aplicadas sobre las cortaduras y otras heridas, las cura muy pronto; el zumo untuoso y dulcificante que se exprime sirve de un linimento excelente.
Colonia de Pinguicola Vallesnifolia.
Sobre la expectación que causó la organización de la expedición, apuntar que el diario El País publicaba en su edición impresa del lunes 27 de abril de 1998 una noticia titulada Una expedición "cazará" una planta carnívora en la Axarquía y señalaba que, “Una expedición botánica tratará de buscar y capturar un ejemplar de la planta carnívora Pinguicola valleisneriifolia, autóctona de las sierras de Tejeda y Almijara, en la Axarquía de Málaga, para evitar su extinción. La marcha se desarrollará tras solventarse los inconvenientes de la expedición, incluidos los planteados por los ecologistas, o los posibles problemas con la oruga procesionaria, según el director de la expedición y antropólogo Eduardo Arboleda. Componentes del Grupo Naturalista de la Axarquía (GENA) se manifestarán el viernes coincidiendo con la búsqueda de esta bella especie, que tiene prohibido su desenraizamiento arranque. Los expedicionarios pretenden tomar un ejemplar para plantarla en el Jardín Histórico-Botánico de La Concepción, en Málaga capital, a la vez que fotografiar, dibujar y estudiar esta planta en su hábitat para darle difusión a la misma. Guardas forestales de la zona también acudirán a esta expedición, que se hará a lomos de mulas. Dos cocineros chinos voluntarios permitirán cumplir con la tradición de las expediciones del siglo pasado”.

La realidad es que, al final, hubo que desistir del uso de las mulas y de los cocineros chinos, ya que la polémica aconsejó reducir la expedición a un solo día, aunque contó con el apoyo de la delegación provincial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y de un buen puñado de municipios de la comarca malagueña que contribuyeron con productos locales a la intendencia de la gesta. Aceite, pan, embutidos, bacalao y frutas varias.

Enrico Michieletto haciendo su trabajo.
El día 1 de mayo de 1998, después de un opíparo y típico desayuno axárquico, que se celebró en el punto de encuentro señalado, enclavado en el Puente de Don Manuel el aguerrido grupo de curiosos y periodistas, algunos con cámara de televisión al hombro, emprendieron la ruta hacia la cima. Por el camino se quedaron 7 de los 20 componentes. Encabezados por un montañero experimentado, Miguel García, alcanzamos el objetivo, tras una dura y lenta caminata.

La satisfacción inundó al grupo de los 13 integrantes supervivientes, que antes de fotografiar y dibujar, lo hizo el italiano Enrico Michieletto, distintos ejemplares de la famosa planta carnívora, dimos cuenta de los suculentos bocadillos preparados por los patrocinadores. Hacía un frío tremendo y el cielo se encapotaba rápidamente, por lo que se tomó la decisión de iniciar el descenso.

Algo de nieve y una fuerte tormenta, acompañaron la bajada de la impresionante sierra andaluza. En los Caños de la Alcacería nos reunimos para tomar un caldito y reponer fuerzas. Como dijo en las páginas de “Informaciones” el cronista oficial de la aventura, el exalcalde de Arenas, Antonio Ruiz Pretel, misión cumplida.