El día 9 de marzo de 2014, escribía en este mismo blog que llevaba más de 7
años trabajando en el libro/reportaje “La herencia envenenada del Marqués de Larios” y que todavía dormía el sueño de los justos en un cajón de mi mesa,
debido a diferentes vicisitudes profesionales
y personales.
Hoy vuelvo sobre el tema, tras escuchar a la compañera Nieves Concostrina, en su sección El acabose, del programa de Radio
Nacional de España (RNE) No es un día
cualquiera, que dirige la también periodista Pepa Fernández, animado por los datos alumbrados en el citado
espacio, que si bien no arrojan mucha luz sobre el asunto, sí han vuelto a
despertar el gusanillo que desde hace
tantos años me come las tripas y sobre el que no he dejado de estar pendiente
durante este largo periodo de tiempo.
Vuelvo a proponerme
ahora retomar el citado trabajo convencido lo que se narra en “La herencia envenenada del Marqués de
Larios”, no es un asunto privado, sino que atañe al interés general, ya que
se refiere a las actividades de una importante saga familiar y grupo
empresarial. Y esto a pesar de una sentencia judicial que consideró que las
disputas sobre la herencia amasada por los Larios durante siglos, no son de
interés público, y que condenó al penúltimo medio que escribió sobre éste
asunto a abonar una indemnización de 30.000 euros a los querellantes.
En segundo lugar, por la convicción, que se convertirá en prueba, de que la
oscuridad sobre esta apasionante historia llega impulsada por poderosas y
misteriosas manos negras. Tampoco fijo ahora fecha de publicación, dependerá
del interés de los editores y de la disponibilidad de tiempo, pero aquí va un
pequeño extracto de lo que se contará en “La
herencia envenenada del Marqués de Larios”:
Se trata de un libro reportaje que se centra en la herencia
multimillonaria que dejó al morir, aparentemente sin descendencia directa, el
IV Marqués de Larios, José Antonio Larios Franco, que legó una
compañía, denominada en la actualidad Sociedad Azucarera Larios (Salsa),
perteneciente al holding Mazacruz S.L., con sede en Málaga, con una
cartera de suelo con más de 10 millones de metros cuadrados, con un negocio
principal centrado en la promoción inmobiliaria, aunque también cuenta con
alquiler de oficinas, establecimientos turísticos, arrendamientos rústicos o
explotaciones agrícolas. En este último apartado, Salsa posee una finca de
11.000 hectáreas, llamada Dehesa de los Llanos en Albacete, que fue adquirida
por los marqueses de Larios a finales del siglo XIX y en la que actualmente
producen quesos y vinos de alta calidad y que suele ser escenario de famosas
cacerías con asistencia de personalidades relevantes.
José Antonio Franco testó a favor del hijo que su esposa
había tenido en el seno de un matrimonio anterior, Carlos
Gutiérrez-Maturana-Larios y Príes. Este se casó, a su vez, dos veces. De su
primer matrimonio nació Carlos Gutiérrez-Maturana-Larios Altuna,
que durante años mantuvo un litigio en el Tribunal
Supremo con la segunda esposa de su padre, Bárbara
Gutiérrez-Maturana Kalachnikoff, que tuvo tres hijas, una de ellas ya
fallecida.
Esta batalla legal por la herencia se complica al aparecer un supuesto hijo
natural del IV Marqués de Larios,
que lleva años de acciones judiciales para demostrar su filiación, pero que
tras lograr que se comparase su ADN con el del fallecido, se descubrió que el
cuerpo enterrado en Albacete no era
el del Marqués de Larios, que al parecer fue trasladado en secreto a una
capilla de Málaga. Aquí entran
elementos ‘populares’ ya que el aspirante a heredar la fortuna Larios consiguió
encontrar a su madre, una cocinera al servicio del IV Marqués de Larios, a
través de un programa de televisión. El asunto sigue abierto en los tribunales.
Otros hechos que se abordan en el libro están relacionados con el origen de
la fortuna Larios, que se liga al contrabando; su importancia en el desarrollo
industrial de Andalucía, con su correspondiente ubicación histórica; la
incidencia que la crisis económica actual está teniendo sobre el negocio
principal de Larios, el sector inmobiliario, y el regreso, en cierta medida, a
la ‘colonización’ de sus tierras que tanto dieron que hablar no hace muchos
años.
Todo adobado con misteriosos sucesos, envueltos en silencio, que hablan
claramente del interés de algunos por enterrar un relato que, sin duda, resulta
apasionante.
Las últimas noticias conocidas indicaban que Barbara Gutiérrez-Maturana Kalaschnikoff
debería abandonar la casa palacio de la Dehesa de los Llanos. Un singular ‘desahucio’ de la viuda del difunto
marqués de Paúl y que es sólo un episodio más de la descarnada batalla judicial
que hace décadas enfrenta a los herederos de la fortuna de Carlos Gutiérrez-Maturana-Larios y Prie. El caso sigue en el
Tribunal Supremo.